El próximo sábado 6 de febrero, a las 11:30hs, en la Av. Infanta Isabel entre Av. del Libertador y Freyre, se recordará a Marcela Brenda Iglesias al cumplirse el 20 aniversario de su muerte ocasionada por el desplome de una escultura que pesaba 270 kg. sobre tres nenas de 6 años de edad, ocasionando heridas sobre dos de ellas y la muerte en ese instante de Marcela.
¿20 AÑOS NO ES NADA?
«Nada», si lo vemos desde el punto de vista de la justicia; que no la hubo y no hizo nada por la muerte de nuestra hija Marcela. Y «Mucho» si pensamos en esta lucha que llevamos dia tras día, año tras año.
Nuestro reclamo no es escuchado por las autoridades nacionales ya que la Corte Suprema cerró el caso como: «Insustancial y carente de trascendencia» (No era hija de ellos). Y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos no se expide ni lo eleva a la Corte Interamericana de Costa Rica.
Como padres, tenemos derecho a que haya un Juicio, se sabe quienes fueron los responsables pero siempre se los protegió, aceptando cientos de apelaciones, recusaciones, etc. que presentaban uno tras otro sobre lo mismo y demorando meses y meses para contestar por cada uno de ellos.
Por fin, cuando ya no encontraron mis recursos, se cambió la ley de prescripción y la aplicaron retroactiva, dejándonos sin juicio. Ahí si que actuaron con urgencia. A toda esta injusticia y corrupción la cubrieron con un manto de impunidad. Quizás crean que el tiempo los va a cubrir con un manto de olvido.
Pero nosotros estaremos siempre levantando nuestros brazos y nuestra voz para que no se olvide. Lo hacemos por Marcela y por sentirnos hermanados con otros padres y/o familiares de victimas, y por lo que en el futuro puedan ocurrir; ya que al no haber condena siguen sucediendo muertes evitables.
Quisiéramos poder dar buenas noticias: «que se envió a la Corte Interamericana y que se reabre el caso», pero no.
Pero no perdemos las esperanzas de que esto suceda; y en tanto sigamos firmes y ustedes nos acompañen, no nos van a vencer.
por Nora R. de Iglesias – Eduardo Iglesias
NO FUE UN ACCIDENTE
EL 5 de febrero de 1996 una escultura que pesaba 270 Kg. ubicada en el Paseo Marcela Brenda Iglesias se desploma sobre tres nenas de 6 años de edad. Dos sufren heridas y Marcela fallece en ese instante.
La dueña de la «Galería de Arte» Der Bruke que emplazó esas esculturas, era la esposa del empresario Mauricio Lowenstein Directivo de la empresa Panter S.R.L.
Esta empresa logró una concesión para alquilar los arcos del Ferrocarril, en oposición a leyes nacionales y municipales que impiden la construcción de comercios en espacios públicos destinados a Urbanización Parque y Área de Protección Histórica.
La justicia abrió una causa por homicidioculposo a funcionarios municipales, a la dueña de la Galería DerBrukey al escultor de la estatua.
El problema no es que la justicia tarde en llegar. El problema es que no llega.
Los peritos del caso confirmaron que existían soldaduras en mal estado y oxidadas. La escultura no poseía ningún vallado de seguridad y era evidente la falta de mantenimiento.
Durante el proceso los acusados presentaron más de un centenar de apelaciones sin que la jueza les impidiera realizar estas maniobras irregulares. Así pasaron casi 10 años.
Por si esto fuera poco por decisión política, se promulgó ley 25990 que achicaba los plazos de prescripción de los juicios. Una vez votada dicha ley en el Congreso el último día de sesión, casi sin debate, la jueza dictó la prescripción de inmediato. El caso de Marcela inauguró la aplicación de la nueva ley de prescripción.
Los padres presentaron una apelación que fue rechazada en el Tribunal de Casación.
Se apeló entonces a la Suprema Corte de Justicia. Contra la opinión del Presidente de la Corte Dr. Lorenzetti y delProcurador Nacional Esteban Righi, El resto de la Suprema Corte rechazó la apelación basados en un articulo del código penal que les permite excusarse de fundamentar el voto si juez considera que la causa es, a su criterio «insustancial y carente de trascendencia». Así quedaron los padres sin acceso a la Justicia en nuestro país.
Se enviaron entonces, todos los antecedentes y sus repercusiones sociales a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con el fin de que ésta se expida a favor de pasar el caso a la Corte Interamericana. El pedido de los padres se efectuó en Noviembre de 2008. Continúan esperando la contestación favorable a nuestro reclamo de acceso a la justicia.
Un Paseo para y por el Polo
Por iniciativa de la Asociación Amigos del Lago de Palermo y refrendado por más de cinco mil firmas, se aprobó por unanimidad en la Legislatura Porteña, el cambio de nombre del «Paseo de la Infanta» por el de Paseo Marcela Brenda Iglesias (Ley 2366).
El Paseo consiste en las veredas, terrazas, senderos y el arco 7 que los intercomunica.
Era imaginado el Paseo como un lugar de espacio verde para disfrute de niños y paseantes.
Durante varios años se mantuvo cerrado, ni siquiera había acceso al Jacarandá plantado en su nombre.
Luego de esperar durante 3 años, familiares y organizaciones decidieron inaugurarlo por su cuenta, y así se hizo.
Para las autoridades el proyecto de veredas, terrazas, y senderos, fue enfriándose cada vez más y más, hasta que llegamos al Polo.
POLO GASTRONÓMICO LA DENOMINACIÓN PERFECTA
Polo: «por la frialdad con que actuaron». Tanto las autoridades del Gobierno de la Ciudad como las nacionales; otorgándole los permisos.
Gastronómico, porque se comieron el proyecto, el espacio que tenía otorgado y le hace provecho a unos cuantos en especial a PANTER S.R.L. la misma que concesionó los arcos cuando murió Marcela y sigue haciendo negocio.
En suma, construyeron un veredón liso y llano a ambos lados del viaducto que al estar concesionados todos los arcos para locales gastronómicos particulares, lo ocuparán con sus mesas, y el arco 7 está parcialmente ocupado con una planta transformara de alta tensión.
El gobierno de la Ciudad colocó una calesita histórica y puso algunos juegos y senderos alrededor de lo poco que queda libre del Paseo, que nada tiene que ver con la ley y el sentido por el que fue creado. Más tarde la calesita fue historia y actualmente los locales gastronómicos van invadiendo una a una las arcadas del paseo.
Sus padres, las múltiples organizaciones que los apoyan y muchos vecinos porteños nos oponemos a la instalación del Polo Gastronómico; seguiremos luchando por el respeto de las leyes, los espacios verdes, las áreas de protección histórica y la justicia.
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