Aire libre en Palermo: Plazoleta William C. Morris

Aire libre en Palermo: Plazoleta William C. Morris
La Plazoleta William C. Morris ubicada entre las calles Uriarte, Soler, Darragueira y Guatemala, Palermo – Comuna 14, con una superficie total de 197 m², ha sido completamente renovada para modernizar su área de juegos, incorporar nuevos equipamientos, brindando  un espacio seguro y atractivo para los vecinos.Te contamos cuáles fueron los cambios y cuál es el origen de su  nombre. #plazoletawilliamcmorris #plazoleta #williammorris #palermo #espacioverde #airelibre #juegosparaniños #comuna14

 

La plazoleta William C. Morris, circunscripta por las calles Uriarte, Guatemala, Darragueyra y Soler se ha transformado en un espacio moderno y acogedor para el disfrute de todos los vecinos. Se encuentra ubicada en el barrio de Palermo, en el sub-barrio no oficial que algunos denominan Palermo Morris (entre las calles Güemes, Oro, Soler y Armenia).

Con una superficie total de casi 200 m², el espacio ha sido completamente renovado con el objetivo de ofrecer un lugar seguro, divertido y funcional que fomente la interacción y el juego al aire libre.

 
 
Además, el solado se renovó utilizando un diseño personalizado de caucho EPDM, un material innovador que no solo aporta color y estilo al espacio, sino que también absorbe impactos, asegurando la seguridad de los niños mientras juegan.
 
¿Quién fue William C. Morris?

Fue un pedagogo, pastor anglicano de ala evangélica y filántropo inglés que nació en Soham, Inglaterra, se crió en Paraguay con su padre, un predicador evangelista y sus hermanos y en 1886, a los 22 años, llegó a Buenos Aires. Se instaló, en el año 1892, en La Boca, barrio en el que nació su vocación cristiana a favor de la infancia abandonada.

En 1898 Morris alquila una casa en Palermo y la refacciona para que pudiera funcionar allí una escuela. Y allí comienza su obra en el barrio, por la cual se lo recuerda. Tenemos a esta Plazoleta William C. Morris pero también a la Biblioteca William C. Morris fundada en 1907 (Guemes 4621) y el Monumento William Morris (Av. Figueroa Alcorta y Agustín Méndez).

«Una vez terminada (su escuela), salió en busca del material más preciado, los niños. La anécdota cuenta que una mañana de esa en las que Morris salió a buscar alumnos, un grupo de muchachos nada amigables comenzó a gritarle loco y a burlarse de él. Pero el buen hombre no se achicó y encaró hacia ellos y separando a uno del grupo lo interesó para que lo acompañara a lo que accedió, siguiéndole luego el resto del grupo. Al llegar al lugar, asistido por un matrimonio que había contratado para ayudarle, los lavó, los calzó y comenzó su labor educativa. La matrícula inicial de su establecimiento fue de 18 muchachos. Al año siguiente eran 200.
En un local contiguo abrió una escuela para señoritas, comenzando con 18 alumnas también. Al poco tiempo eran casi 200. Casi inmediatamente abrió otro establecimiento, cerca de la Arroyo Maldonado, con más de 90 alumnos. En total, en sus tres primeras escuelas tenía más de 550 alumnos!
Pero para llevar adelante su tarea, Morris necesitaba recursos. Y así como salió a buscar a sus niños, salió a buscar los recursos. Contactó a Ernesto Tornquist, un banquero que nos sólo lo apoyó económicamente sino que le abrió las puertas para llegar al entonces presidente de la Nación, Julio A. Roca.
Sus escuelas fueron subvencionadas, pero la obra crecía y con ella las necesidades y los recursos se hacían escasos. Morris se presentó entonces ante la Cámara de Diputados pidiendo a algunos de sus miembros que visitarán sus establecimientos. Luego de hacerlo todos coincidieron en lo visto y se decidió dar una partida “para las escuelas del Señor Morris” dentro del presupuesto asignado al Departamento de Instrucción.
En 1913 los beneficios de la obra llegaban a más de 5.000 niños. No le faltó oposición por su carácter de cristiano protestante. Pero tuvo también sus mecenas, incluso en las esferas oficiales: algunos presidentes argentinos (los generales Bartolomé Mitre, Julio Argentino Roca, y Marcelo T. de Alvear); a Antonio Sagarna, Ministro de Instrucción Pública y luego Juez de la Suprema Corte; a Ramón J. Cárcano, presidente del Consejo de Educación.» fuente: https://www.oramos.com.ar/blog/biografias/william-morris

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