El Director General de Economía Popular y Social de la ciudad de Buenos Aires, Alejandro Pérez, habló con la AMV, sobre la posibilidad de que los sectores menos beneficiados puedan ingresar a la economía formal. #economíapopular #AlejandroPérez #economíasocial
Por Redacción AMV
Tras muchos años de militancia y de recorrer las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Alejandro Pérez -ex Jefe Comunal de Palermo- se convirtió durante octubre de 2020 en Director General de Economía Popular y Social, que depende del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, a cargo de María Migliore, y lleva adelante un plan sobre la población con menos recursos para poder elevar su unidad de negocio y que puedan ingresar en la economía formal.
A partir de su participación en los barrios populares de CABA, Pérez se convirtió en un referente de Cambiemos gracias a su iniciativa y su convicción de que las personas pueden progresar y tener las mismas condiciones de desarrollo económico frente a quienes no están dentro de un sector vulnerable. “Nuestra misión tiene que ver con acompañar y estimular el desarrollo de lo que son las economías populares y sociales”, explica Alejandro, sobre su nuevo cargo.
Estas tareas están orientadas -explica- hacia “un sector ubicado geográficamente en barrios populares, más conocidos, como villas, y complejos habitacionales donde tenés sectores sociales muy vulnerables”. “Allí tenés la posibilidad de generar ingresos genuinos, pero tenés la falta de formación. Por ende, desarrollamos un plan de acompañamiento para que la persona tenga la formación necesaria para intentar entrar en la economía formal”, comenta.
A diferencia de la economía social que se vincula a las cooperativas y su posibilidad de distribuirse las partes, “en la economía popular hay sectores populares que no tienen una estructura necesaria para comercializar en magnitud y, en algunos casos, les falta calidad en los productos”. Entonces, “para nosotros es un sector muy importante de activar porque genera ingresos muy importantes y que tiene mucha recuperación, donde los ingresos mejoran rápidamente”, explica.
Pérez indica que para este proceso se realizan entrevistas con los candidatos, detectar cuál es la unidad de negocio, cómo consolidar sus ganancias y hasta que tengan un logo sus productos. “Por poner un ejemplo, una señora hacía tortas y le ponía un precio porque la vecina las vendía más barato, entonces creía que podía vender más así, pero no ponía en la balanza el costo de su elaboración. Por ende, si se le rompía el horno, no iba a tener la plata suficiente para poder reparar el horno. Entonces, en ese caso también tuvimos que trabajar en la relación precio, costos y ganancia”, recuerda Alejandro.
Además, “les damos las herramientas para que puedan comercializar sus productos a través de las redes sociales, y no solo en el boca a boca. Y también les hacemos un seguimiento durante seis meses para poder analizar el progreso”.
Por último, el proyecto termina con la recomendación del equipo de Economía Popular y Social hacia los nuevos emprendedores de sumarse al monotributo, no solo para estar en blanco sino también para tener una jubilación y una obra social. Sin embargo, hay un problema y es el costo del mismo. “Por este motivo, también ponemos sobre la mesa de debate cuál es el costo que tiene ser monotributista”, cierra Alejandro.