De Palermo a San Telmo marchó el sable de San Martín por la Revolución de Mayo

El desfile militar inició el 24 de mayo en el Regimiento de Granaderos y culminó en el Museo Histórico Nacional de Parque Lezama.

                                                 por Juan Manuel Castro

Este, domingo 24 de mayo, se realizó el desfile militar para trasladar el sable corvo de San Martín. La Presidenta encabezó el acto de traslado desde el Regimiento de Granaderos a Caballo en Palermo hasta el Museo Histórico Nacional.

La ceremonia comenzó pasadas las 11, con un desfile patrio con la cureña, que trasladó el sable en un recorrido por las calles Luis María Campos, Bullrich, Libertador, Leandro Alem, Rivadavia, Bolívar, Yrigoyen, Paseo Colón, hasta llegar a Parque Lezama, en San Telmo.

En medio del recorrido se realizó una parada en la Catedral Metropolitana, sitio donde descansan los restos del Libertador, según consignó la agencia Télam.

El traslado de la espada se realizó en el museo ubicado en San Telmo hacia el salón de los Sables, donde será custodiado por los granaderos. 

Según consignaron autoridades nacionales, durante los años 60, fue apropiado en dos oportunidades por integrantes de la Resistencia Peronista, con la intención de entregárselo al General Perón, por entonces exiliado en España.

Luego, en 1967, el dictador Juan Carlos Onganía, quitó la custodia del sable al Museo. 

Con su traslado al Museo Histórico Nacional, la espada podrá ser apreciada por todo el público en una sala especialmente diseñada con modernas medidas de seguridad y conservación.

«El sable corvo de San Martín tiene una larga historia. Hemos decidido trasladarlo al Museo Histórico Nacional, el lugar que resguarda los tesoros de nuestro pasado. En este espacio, destino de su donación original, quedará en exhibición permanente bajo custodia de los Granaderos a Caballo, para que todos y todas puedan conocer el célebre sable corvo de José de San Martín, la espada que liberó a medio continente», clamó Cristina Fernández de Kirchner al día siguiente. 

«El 5 de diciembre de 1835, desde su exilio en Francia, el general San Martín escribió una carta a su yerno Mariano Balcarce, que estaba en Buenos Aires junto a su esposa e hija del Libertador, Mercedes San Martín de Balcarce: «Lo que sí les encargo se traigan es mi sable corvo que me ha servido en todas mis campañas de América y servirá para algún nietecito si es que los tengo. En cuanto a lo demás ya les tengo escrito con extensión en la suposición de que deben venir contando no volver a América hasta después de mi muerte»», resumió la Presidenta de la Nación al respecto.

«Nueve años después, en su testamento fechado en París el 23 de enero de 1844, y en ocasión de librarse en la Argentina la llamada «Guerra del Paraná», para resistir la invasión anglofrancesa, el general San Martín dispuso: «El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América del Sud le será entregado al general de la República Argentina Don Juan Manuel de Rosas, como prueba de la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla», sumó.

Juan Manuel Castro