El bar del Gallego de Honduras y Bonpland bajó su cortina

El perfil del Palermo que ahora se conoce como «Hollywood» va cambiando y los bares, almacenes y casas tradicionales van quedando en el recuerdo de los que vivimos allí desde hace tantos años. Ahora le tocó el turno al «Bar del Gallego», situado en Bonpland 1703 (con entrada también por Honduras 5693). Fallecido su dueño, de quien se cuenta que hace unos años rechazó una oferta de un millón de dólares, sus herederos vendieron la propiedad a la Corporación América y su destino, aún, es incierto.

Emilio Sangil, el gallego, que llegó de Lourido (Lugo, España) con 18 años, abrió un bar, en 1978, cuando en el barrio había fábricas y talleres y, precisamente en esa esquina, una rotiseria. Durante 35 años recibió a miles de personas en sus bien atendidas mesas. El 26 de octubre de 2013 sus persianas bajaron definitivamente, pese a que el deseo de su dueño era que no cerrara nunca. 


Nos enteramos que falleció el 8 de junio, a los 84 años, y que desde hacía un año ya no cocinaba porque había vendido el fondo de comercio, cobrando un alquiler que le dio un transitar pacífico, junto a su esposa, en la vivienda que compartían en el piso superior del bar.


El bar, últimamente, había cambiado su fachada, adecuándose a la movida gastronómica del lugar, pero no perdió su esencia lo cual lo distinguía de tanto Restó circundante.


Cuatro meses pasaron de su fallecimiento y el comprador, Eduardo Eurnekian, dueño de casi toda la manzana (junto a AA2000), tenía el ojo puesto en esa esquina que retaceaba un pedacito a su espacio, ya que hasta el restaurante del Fin del Mundo, pegadito al bar, es de su propiedad.


Cuando el diario Perfil lo entrevistó en 2009, al preguntale cuál era el secreto del éxito Sangil contestó:


“Yo estoy desde las 7 de la mañana hasta las 9 de la noche acá desde el año ’78, pero en un ratito me voy a la cama. Esto es mi vida. Estoy en el mostrador, cocino con el cocinero, sirvo, trabajo con los proveedores desde temprano. No hay magia, todo se hace trabajando con ganas”.