El legislador Camps pide reemplazar por un Jardín Ecológico el Zoo de Palermo

Junto a integrantes del grupo SinZoo presentó una iniciativa parlamentaria para reformar el jardín de Sarmiento y Las Heras. Esta propuesta se da en medio del juicio por la liberación de la orangutana y los dichos del Jefe de Gobierno de reformar el Zoo.

                                                   por Juan Manuel Castro
En el stand que la Legislatura porteña que tuvo en la Feria del Libro, el 11 de mayo el legislador Adrián Camps (PSA) presentó, junto a integrantes del grupo SinZoo -autores de la iniciativa-, el proyecto de ley para reconvertir al Zoológico de Palermo en un Jardín Ecológico, dedicado a la investigación, conservación y rehabilitación de fauna autóctona y proveniente del secuestro y decomiso por tráfico y comercio ilegal; a la vez que un centro educativo que concientice mediante el uso de las nuevas tecnologías -sin exhibición de animales- y un paseo público.

Adrián Camps comenzó destacando la importancia de «haber ganado la batalla cultural sobre el tema de los animales enjaulados y los zoológicos. El Gobierno de la Ciudad ha detectado que hay una mayoría que está en contra del modelo de zoológico que tenemos;  la sociedad porteña ha tomado conciencia».
 
«Lo que propone este proyecto del Jardín Ecológico es discutir el contenido y no la forma, que es lo que nos ofrece el Gobierno de Macri con su Zoo Verde. Una idea difícil de entender, teniendo en cuenta que no hay nada menos verde que un zoológico, que es la negación de la naturaleza y de lo silvestre», criticó el legislador y agregó: «El concepto de jardín ecológico no involucra ningún animal enjaulado; no es una nueva forma de zoológico. Porque lo que estamos discutiendo es, justamente, que no estamos de acuerdo con los zoológicos».
 
En el mismo sentido, el guardaparques municipal Andrei Chtcherbine sostuvo: «Nosotros promovemos un cambio de paradigma y no un cambio superficial, de sólo cambiar el tamaño de las jaulas o el tipo de animales que se vayan a exhibir. Creemos que mostrar crueldad hacia los animales no puede ser muy educativo. Muchos hablan de zoológico del Siglo XXI, pero siguen reproduciendo valores del pasado, por ejemplo cuando hablan de colección de animales o de tenerlos cautivos».
 
El primatólogo y doctor en Biología (UBA), Aldo Guidice, llega al Zoológico de Buenos Aires a través del Conicet. Para él, «lucrar con los animales no va más; es un paradigma caduco desde hace tiempo. Por eso, el zoo como está no sirve, porque es una empresa que sólo quiere maximizar sus ganancias. Está preparado para la exhibición, no para la investigación. Ni siquiera hay chances de atender correctamente a los animales que tienen allí: no hay sala de primeros auxilios, no hay camillas, no hay vehículos preparados. Un animal grande está  a la buena de Dios». Giudice contrastó esta situación con la que plantea el proyecto del Jardín Ecológico: «De aprobarse esta ley, no sólo se generaría mucho trabajo para especialistas vocacionales sino que permitiría trabajar en serio en lo que un centro de fauna debería trabajar: la atención correcta de los animales».
 
«Queremos un Jardín Ecológico, es decir un centro de recuperación, rehabilitación y reinserción de fauna autóctona para reemplazar el modelo de zoológico victoriano vigente que se apoya en el cautiverio y en la exhibición de fauna exótica. Que sólo transmite a un chico que se puede usar al otro para nuestro entretenimiento», explicó Gerardo Biglia, abogado y apoderado del Centro de Prevención de Crueldad al Animal. Por eso, «proponemos reconvertir al zoológico, para que verdaderamente empiece a cumplir una finalidad educativa a través de la concientización de nuestro medio ambiente y de nuestra fauna autóctona», finalizó.

A las críticas se suman las de la ONG Sin Zoo, que tuvo protagonismo por su campaña en contra del rodaje de una película, «Locos sueltos en el Zoo», que incluyó en su filmación escenas de noche. «Para hacer eso usaron reflectores muy potentes que afectan la visión y la audición de los animales», explicó a Diario Z Malala Fontán, integrante de Sin Zoo. «Así trabajaron durante diez noches».

Fontán es muy crítica de la administración porteña. «Al gobierno de Macri sólo importa el dinero. Juntamos 25 mil firmas en contra de la filmación nocturna y no se dieron por enterados. Adentro del zoo hay un circo con animales, algo inadmisible, que agrava el sufrimiento de las especies en cautiverio».

En paralelo, en Tribunales se llevan adelante acciones penales y civiles para que la orangutana Sandra, que hace 20 avive en el Zoo de Palermo, sea trasladada a un centro de proteccionismo.

Este caso produjo en diciembre un antecedente histórico: la decisión de la Sala II de la Cámara de Casación Penal de aceptar un habeas corpus para que Sandra pueda vivir en libertad. Los pasos a seguir y la posibilidad de traslado se evalúan en el expediente que tiene a su cargo la jueza porteña Elena Liberatori. Gary Shapiro, reconocido primatólogo, fundador de la Orangutan Foundation, que trabajó con esos simios en Borneo y Sumatra, dialogó con la jueza y Andrés Gil Domínguez, representante de la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada), informó La Nación. El gobierno porteño, responsable del Zoo, que está concesionado hasta 2017, no estuvo en la audiencia, aunque presentó un escrito.

Shapiro respondió preguntas durante una hora y media y recomendó realizar estudios a la orangutana para establecer el estado de salud y la posibilidad de readaptación. Destacó que las experiencias de traslado exitosas aumentan cuando el simio no ha cumplido los ocho años en un cautiverio como el que vive Sandra. Luego, son más riesgosos.

Juan Manuel Castro