El nuevo libro de Nora Bär se presentó en el Polo Científico Tecnológico de Palermo

«De la probeta a los genes» relata la historia de la decodificación, desarrollo y producción industrial de la hormona de crecimiento humana. La charla de presentación se hizo en el barrio junto a funcionarios nacionales.

La periodista científica Nora Bär reúne en «De la Probeta a los genes. Hormona de crecimiento, una epopeya científica argentina» la historia de la decodificación, desarrollo y producción industrial de la hormona de crecimiento humana que hizo posible la existencia de un tratamiento para remediar el déficit de hormona de crecimiento. 

La presentación en público se hizo en el café del Polo Científico Tecnológico, en el barrio de Palermo. La charla estuvo encabezada por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañaom junto a Bär, Dellacha y Santomé. Durante el encuentro, Barañao indicó: «Este libro conjuga aspectos científicos con componentes puramente emocionales, tenemos la obligación de conservar la historia científica de nuestro país y de homenajear a los héroes de esta epopeya».

«En esos tiempos era común utilizar insulina de origen animal para tratar la diabetes en personas. Inspirados en esto, surgió la idea de estudiar la hormona de crecimiento bovina para tratar la deficiencia de la misma en chicos. Dellacha ideó un método para obtener dicha hormona a partir de hipófisis bovina pero no eran activas en humanos», expuso Santomé sobre los inicios en la investigación, repasó una comunicación oficial del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

Para aclarar por qué esa proteína no actuaba en seres humanos y estudiar la posibilidad de modificar su estructura de manera que sí lo hiciera, Dellacha, Santomé y el farmacéutico Alejandro Paladini conformaron un equipo de trabajo. El desafío consistía en descifrar la estructura primaria de la hormona de crecimiento bovina. Luego de siete años de arduo trabajo, los investigadores argentinos fueron los primeros en publicar los resultados completos, un hito de relevancia mundial si se considera que hasta ese momento sólo se había podido secuenciar pocas proteínas.

Tiempo después se daría lugar a la idea de obtener la hormona de crecimiento a partir de hipófisis humanas, y así Dellacha fue quien organizó la recolección de las mismas. Los investigadores seleccionaron un método para extraer la hormona de la glándula que les permitió producir una proteína apta para tratamientos clínicos. De esta manera, 70 chicos marginados recibieron tratamiento, que a diferencia de los casos tratados en EE.UU. y Gran Bretaña, no registraron inconvenientes.

Juan Manuel Castro