Distintas organizaciones realizaron un escrache al Centro Cerrado de Detención de Menores «Agote», ubicado en el barrio de Palermo, denunciando la muerte de Diego, un joven encerrado en una celda de aislamiento en el subsuelo del edificio.
Violando la Convención Internacional de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente, el modo de castigo llevó al joven de 17 años a morir fruto de las quemaduras y asfixia por el monóxido de carbono, tras haber intentado pedir ayuda al exterior.
Itai Hagman, es dirigente de Patria Grande y estuvo presente en la actividad: «Queremos fundamentalmente denunciar la negligencia del Estado y de las autoridades de la Secretaría de Niñez que no auditan como corresponden las dependencias en las que los niños y jóvenes se encuentran, y que los organismos de derechos humanos tengan acceso a la esas auditorías».
«Hoy estamos ante un hecho gravísimo e irreversible, pero sabemos que todos los días en las Instituciones de Encierro de nuestro país se cometen reiteradamente violaciones a los derechos humanos», añadió.
En tanto, Denise Brikman, socióloga y militante de Patria Grande señaló algunos datos sobre el contexto de la situación: «Lo que queremos que quede claro es que Diego es uno más de los 58 niños y adolescentes que fallecieron en instituciones de encierro (institutos de menores, comisarías, etc.) en el país en los últimos diez años y de los cuatro niños y adolescentes que han muerto por causas violentas».
«Cuando se habla de las deudas del modelo, queremos que quede claro que en una sociedad donde los políticos creen que el debate pendiente es la baja de edad de imputabilidad continúa vigente, el Estado no garantiza el cumplimiento integral de los derechos de los pibes y pibas», remarcó.