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El próximo domingo, 17 de diciembre, se realizará el rito de Daruma, en el Jardín Japonés (Av. Casares y Av. Figueroa Alcorta), desde las 10 de la mañana hasta las 18. Acercate con tu familia para presenciar cómo arde la figura emblemática japonesa en manos de Sergio Miyagi y Mónica Hashimoto.
Serán Mónica Hashimoto y Sergio Miyagi, referentes del Jardín Japonés, quienes paseen al Daruma por uno de los senderos del predio: el camino de rosas.
Más tarde Daruma arderá en el fuego junto a todos los objetos que lleven quienes cumplieron este año sus objetivos, en la tradicional celebración de la perseverancia, mientras suenan los tambores japoneses de la agrupación Shinzui Daiko.
A Daruma se le pinta el ojo izquierdo mientras proponemos un objetivo a cumplir en un período de tiempo. En el momento en que se cumple el objetivo, le pintamos el otro ojo. Cuando el rostro está completo, al Daruma de nuestro objetivo se lo quema en la ceremonia. Los tambores potencian la ceremonia y tienen una gran importancia porque, de esa manera, se convocaba a los dioses antiguamente.
Historia de Daruma
Según cuenta la leyenda, el monje Bodhidharma, fundador del budismo zen, tardó 9 años en alcanzar la iluminación. Todo ese tiempo estuvo solo, en una cueva y, por no haberse movido durante tanto tiempo, se le atrofiaron y cayeron los brazos y las piernas y, además, él mismo se arrancó los párpados para concentrarse mejor y evitar caer dormido.
El Daruma se realiza en papel maché, con forma redondeada para que nunca se caiga, por más que los movamos, y siempre vuelve a su posición: es un símbolo de la perseverancia, del esfuerzo y de la consecución del objetivo impuesto, de la habilidad para el éxito, para superar las adversidades y de recuperarse de la mala suerte.
Los círculos blancos que representan las cavidades oculares nos permiten que nos centremos en un objetivo concreto, dándonos fuerza y motivación para conseguirlo y nos motivan y dan fuerzas para conseguirlo porque, al ver al Daruma con solo un ojo pintado, recordamos nuestro objetivo.
Los muñecos Daruma también ostentan pelo facial: cejas con forma de grulla y el pelo de las mejillas parece el caparazón de tortuga, siendo ambos símbolos de la longevidad en Japón, simbolizando longevidad a la hora de alcanzar nuestro objetivo.
Por último, aunque esto no es cien por ciento seguro, se supone que el tradicional color rojo del Daruma podría ser el reflejo de las ropas que llevaba el monje durante su meditación.
Si bien, tradicionalmente el Daruma de color rojo, actualmente hay de varios colores según el tipo de objetivo:
- Daruma rojo es el relacionado con la suerte y la buena fortuna;
- Daruma violeta es el relacionado con la salud y la longevidad;
- Daruma amarillo es el relacionado con la seguridad y la protección;
- Daruma dorado es el relacionado con la riqueza y la prosperidad económica;
- Daruma blanco es el relacionado con el amor y la armonía;
- Daruma rosa es el relacionado con el amor (romántico) y las relaciones personales;
- Daruma negro es el relacionado con la seguridad;
- Daruma verde es el relacionado con la salud, ahuyentando las enfermedades.