IRSA «descuelga ropa» en Distrito Arcos, va por otro shopping y «transpira» por la ex Ciudad Deportiva de Boca

La empresa enfrenta un escenario complejo. En Palermo no puede abrir sus puertas. Tiene en carpeta avanzar con un mega emprendimiento en San Martín y «sufre» por la iniciativa de un legislador que pide que le restituya al club xeneise un espacio de 71 hectáreas

Son tiempos de intranquilidad para Eduardo Elsztain, titular de IRSA. 

La Justicia mantiene frenada la apertura de Distrito Arcos, el shopping de Palermo que cuenta con 65 locales y por el que desembolsara unos u$s60 millones.
Está impedido de abrir sus puertas a raíz de un recurso presentado por la Asociación de Abogados Ambientalistas, en conjunto con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). 

Fuentes cercanas a IRSA aseguraron a iProfesional que la compañía incluso comenzó a devolver algunos de los alquileres de locales que fueran pagados por adelantado.
Al no saber a ciencia cierta qué va a pasar y al desconocerse los plazos, las mismas fuentes aseguraron que «las empresas que se habían sumado al emprendimiento «descolgaron la ropa que ya tenían en las vidrieras».

Pero el no poder abrir el shopping Distrito Arcos no es el único dolor de cabeza que tiene el «dueño de los shopping» de Argentina, tal como se lo conoce a Eduardo Elsztain por haberle dado vida a Alto Palermo, Abasto, Dot Baires, Paseo Alcorta, Patio Bullrich y Alto Avellaneda, entre otros. 
En paralelo, enfrenta la resistencia de  vecinos que lo obligan a poner en pausa su proyecto para la instalación de un centro comercial en Caballito.
Y aún está a la espera, de que el arco político le conceda un cambio en la zonificación que necesita el empresario para iniciar las obras.

Pero hay más. Desde finales del año pasado circula por la Legislatura de la Ciudad un proyecto que busca restituirle al club Boca Juniors el predio de su ex Ciudad Deportiva, hoy en manos de IRSA y potencial sede del mega-emprendimiento premium «Solares de Santa María».

La iniciativa, presentada por Rafael Gentili, emula en cierta medida lo realizado por el club San Lorenzo en torno al predio que ocupara el Viejo Gasómetro. 

El proyecto de ley (2671-D2013) propone que se declaren «de utilidad pública y sujeto a expropiación» los terrenos en los cuales funcionó hasta 1992 la Ciudad Deportiva del club de la Ribera».
Además, «que se obligue al actual propietario del predio a iniciar, por el término de seis meses (…) una instancia de negociación a los fines de arribar a un acuerdo sobre la restitución del predio al Club Atlético Boca Juniors», mediante un fideicomiso conformado entre la institución y el Banco Ciudad.

En 1964, una ley nacional le permitió a Boca disponer de dicho espacio, cuya principal finalidad era la construcción de un estadio de fútbol que fuera sede del Mundial de 1978. Los planes contemplaban que sea inaugurado el 25 de mayo de 1975. Eso nunca sucedió y, en 1989, el Congreso autorizó la negociación de los terrenos.

Tres años más tarde, Boca vendió en casi 50 millones de dólares el predio de 72 hectáreas a la sociedad Santa María, para hacer frente a sus deudas y desarrollar el complejo deportivo de Casa Amarilla. 

Cinco años después (1997) el Grupo IRSA lo adquirió para emprendimientos inmobiliarios que no pudo llevar a cabo, por impedimentos en el Código de Planificación.
«A raíz de los efectos negativos de mantener durante 16 años el predio con norma sin edificación, esto ya de por sí habilita la activación de la hipoteca social que pesa sobre todas las propiedades, a partir de la función que tienen para la sociedad», aseguró Gentili, al presentar la iniciativa.

El espíritu del proyecto de expropiación es recrear un complejo deportivo que pueda ser aprovechado por los socios del club y vecinos del barrio.

Un respiro en San Martín
Mientras las complicaciones están a la orden del día, IRSA parece depositar sus esperanzas en un nuevo proyecto que -según pudo averiguar iProfesional- comenzará a gestarse a finales de este año o principios de 2015.

Estará emplazado en el partido bonaerense de San Martín, en el mega-predio de 15 hectáreas que la desarrolladora le compró años atrás a la tabacalera Nobleza Piccardo, a metros de General Paz y Avenida San Martín.

La compañía transfirió a su controlada Alto Palermo la participación del 50% que tenía en Quality Invest, a través de la cual adquirió el predio en 2011, previo desembolso de 33 millones de dólares.

En un principio, el predio fue comprado para instalar un centro comercial, pero la municipalidad de San Martín posteriormente otorgó la autorización para incorporar al proyecto áreas de entretenimientos, eventos, oficinas comerciales, viviendas, estacionamientos y usos complementarios como, por ejemplo, la posible instalación de un hotel.

Mientras IRSA avanza con su plan, Nobleza Piccardo ya transfirió toda su actividad productiva al nuevo Parque Industrial que ocupa en la localidad de Pilar. En la actualidad, en San Martín sólo sigue funcionando el sector administrativo que -según fuentes de esa compañía- se mudará en los próximos meses.

Fuentes cercanas a la desarrolladora indicaron a iProfesional que la obra en cuestión demandará una inversión de al menos 300 millones de dólares.

Consultado por el emprendimiento que cobrará vida en San Martín, un vocero de la firma trató de relativizar el lanzamiento del nuevo shopping. 

«Es un proyecto que queremos poner en marcha, si bien aún es prematuro hablar de tiempos. Por lo pronto, estamos más pendientes de la resolución del juez en la causa por la habilitación de Distrito Arcos», sostuvo a iProfesional.

Y agregó: «En San Martín, a diferencia de Caballito, ya existe un plan concreto para avanzar con el proyecto».

Distrito trabado
La referencia del vocero de IRSA en cuanto a lo que sucede con Distrito Arcos no es antojadiza. 

Tal como diera cuenta iProfesional en abril, la presentación judicial de la Asociación de Abogados Ambientalistas y la CAME, que bloquea la iniciativa, hace que aún no haya fecha cierta para que «Distrito Arcos» pueda abrir sus puertas.

En concreto, acusan a IRSA y a los empresarios Eduardo Gianna y Pablo Bossi de haber construido el shopping sin permiso gubernamental previo y, además, de haber desarrollado un centro comercial en un área sin una zonificación acorde con la obra.

Como la Justicia hizo lugar al reclamo, el espacio se mantiene cerrado, pese a que el macrismo aprobara los estudios de impacto ambiental que exigía el juez en lo Contencioso Administrativo, Aurelio Amirato.

La controversia se mantiene porque, según precisaron a iProfesional quienes se oponen al emprendimiento, «los estudios recién fueron exigidos después de concluida la obra y por presión judicial».

El terreno donde se ubica «Distrito Los Arcos» -y en el que se realizó una inversión de 60 millones de dólares- se encuentra entre las calles Paraguay y Santa Fe, entre Godoy Cruz y Juan B. Justo.

Se trata de unos 24.000 metros cuadrados pertenecientes a la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (Adif).

Dicho predio fue cedido por la Adif -sucesora de la Onabe- a la empresa de Eduardo Elsztain hasta el 2036. La licitación tuvo lugar en el 2004 y la beneficiaria fue la empresa Arcos Gastronómicos S.A. que actualmente es controlada por IRSA.
Según precisaron a este medio, la desarrolladora comenzó a devolver los alquileres de los locales. «Hay puntos de venta en los que las empresas tuvieron que empezar a descolgar la ropa. La realidad es que nadie sabe qué puede llegar a pasar o cuánto se va a demorar la apertura», destacó una fuente cercana a la compañía.

Caballito, también trabado
Por otro lado, la compañía apunta a instalar un shopping en el barrio de Caballito. «El terreno es de ellos y en cualquier momento intentarán reactivar este proyecto», señalaron desde el sector. 

«IRSA ya tiene el espacio, ahora necesitan la rezonificación. Saben que en algún momento contarán con ‘voluntad política’ para iniciar las obras», agregó una fuente consultada.

Para esa zona de Capital, la firma en cuestión tiene diseñado un centro comercial que ocupará dos manzanas sobre la avenida Avellaneda, en terrenos linderos al club Ferrocarril Oeste.

Serían unos 70.000 metros cuadrados cubiertos, con una altura de al menos 10 pisos, estacionamiento y oficinas. Pero, para avanzar, requiere que sea modificada la zonificación del área, por ser de tipo residencial.

El proyecto se empezó a discutir en 2008. Ante las polémicas suscitadas el macrismo decidió retirarlo. En 2009 llegó al recinto y, una vez más, dio marcha atrás. Se retomó en 2011 y a fines de 2013, sin lograr avances. Este año, lo impulsaría por quinta vez.

Penal para Boca
Con relación a la iniciativa en torno a la devolución a Boca Juniors de la Ciudad Deportiva en Costanera Sur, cabe recordar que a fines de noviembre pasado la agrupación «Boca es Nuestro» marchó frente la Legislatura porteña como muestra de apoyo al proyecto normativo presentado por el legislador Rafael Gentili.

El texto establece un plazo de seis meses para que el dueño actual del terreno, IRSA, negocie con el club. Una vez finalizado ese lapso, si no hay acuerdo, el Gobierno debería venderle las tierras a Boca. 

Para facilitarle la compra a la institución xeneize, el Banco Ciudad ofrece un fideicomiso.

Dicho predio iba a ser utilizado por la desarrolladora para llevar a cabo «Solares de Santa María», un emprendimiento inmobiliario que prometía desembolsos de varios cientos de millones de dólares y contemplaba la construcción de torres, centros comerciales, hoteles, oficinas. 

Además, la idea de la empresa incluía la construcción de diversos canales de agua en un predio de 71,5 hectáreas linderas a la avenida Costanera Sur.

Tras no obtener la aprobación de la iniciativa, IRSA mantiene suspendido el proyecto hasta nuevo aviso. La aparición en escena de Boca Juniors promete alterar esta aparente quietud.