La Boyera es Área de Protección Histórica

El 3 de diciembre se aprobó en la legislatura un proyecto de ley iniciativa de la AALP presentado por el dip Pablo Bergel, que incorpora el sitio y las construcciones identificadas como «La boyera», al Área de Protección Histórica APH2 Parque 3 de Febrero.
«La Boyera» era el lugar donde se alojaba -entre fines del S XIX y principios del XX- a los bueyes que servían en el parque 3 de Febrero.
Su ubicación es adyacente al distrito APH2 Parque 3 d e Febrero, pero no pertenecía a él.
Su pertenencia a este distrito hará que se lo incluya en el Plan de Manejo que se está elaborando por ley.
Despacho Nº 0401/15: Comisión de Planeamiento Urbano. Ley: incorporación del predio «La Boyera» al Distrito APH2 Parque 3 de Febrero del Código de Planeamiento Urbano. Ley 1ª Lectura.
Aclaración: por ser modificación del Código de Planeamiento Urbano, esta ley requiere de esta aprobación en 1a lectura, después Audiencia Pública y, posteriormente, aprobación definitiva (2a. lectura)

Sobre «La Boyera»

Es una construcción particular, que data de aproximadamente 1880, y formaba parte de los establos de los bueyes que se utilizaban en las tareas de mantenimiento del Parque cuando aún no se contaba con medios mecánicos para realizar esos trabajos.
Dicha construcción se encuentra vecina a la prolongación de la Av. Casares, denominada inicialmente Calle de Circunvalación.
«La Boyera» está conformada por una torre de base octogonal de ladrillo visto que antiguamente soportaba un tanque de agua metálico, ubicada en el centro de un patio de adoquines, y una construcción que la rodea, de ladrillos revocados, techos de bovedilla y ventanas enrejadas.
Allí se encontraban antiguamente los boxes y comederos de los animales. El conjunto presenta un muro perimetral de ladrillos, con dos portones de acceso desde una calle sin salida, traspuestos los cuales se accede al patio mencionado.
Según informe de la Supervisión de Patrimonio de la Subsecretaría de Planeamiento, «se destaca por sus rasgos singulares, su calidad formal, la expresión de los muros y el tratamiento del ladrillo, su color y textura» y que «su lenguaje está vinculado con el ferrocarril y por su función original y su emplazamiento, se relaciona con el entorno y forma parte de la memoria del lugar».
El edificio posee valor arquitectónico por su diseño y construcción, así como valor histórico debido a su origen y función primigenia.