Estudiantes universitarios realizan una campaña de concientización acerca de los alimentos desperdiciados en la red de distribución de frutas y verduras en la Ciudad de Buenos Aires. #alimentacionsustentable
El domingo 17 de noviembre, un pequeño y colorido «stand» fue instalado en Plaza Armenia con licuadoras y modernos vasos con el logo de la organización Alimentación Sustentable, para ofrecer a los transeúntes, diversos preparados a partir de frutos que la inmensa mayoría de los consumidores hoy descartan por no presentar la estética que consideran adecuada.
Alimentación Sustentable, es el nombre de una organización integrada por estudiantes de la carrera en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires.
Las redes sociales conforman el medio de comunicación más rápido y eficaz para la transmisión de mensajes de esta naturaleza, dada la empatía que despierta entre los más jóvenes el aunarse en pos de objetivos por el desarrollo de nuevas y mejores pautas para el equilibrio de la vida global. Así lo entiende Martina Otero, una de las fundadoras de Alimentación Sustentable, que fomenta la comunicación en red esta invitación permanente los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires a «evitar el desperdicio de frutas y verduras que no cumplen con los parámetros esté establecidos porque consideramos que lo que importa es lo de adentro«. Según Otero, «son miles de kilos de frutas y verduras que se desperdician anualmente porque a veces por un pequeño manchón o alguna forma no convencional las personas dejan de consumirlas y así esas frutas y verduras terminan en la basura«.
La alta impronta ecológica que ostenta la generación más joven de la población económicamente activa de la Argentina debe ser aprovechada. Acciones en pos del equilibrio de los recursos naturales y proyectos de sustentabilidad de todo tipo, hoy están en sus manos, resultan imprescindibles y nadie los puede encarar mejor que ellos. Quienes no aprendimos de chicos a separar la basura, a interesarnos por el cuidado de las especies en riesgo y a condenar a las miles de formas de contaminación de tierra, aire y aguas, somos analfabetos ambientales a su vera.
El equipo pionero de Alimentación Sustentable, conformado por Martina Otero, Flavia Gómez, María Aronskind y Pamela Martínez, atraviesa ahora la etapa de difusión de la campaña realizada en la moderna plaza de Palermo. Valdrá la pena encontrarnos con campañas similares en otros escenarios. Multiplicar estas acciones, si bien, por un lado, fortalecería conciencias hacia el desarrollo sustentable, podría asegurarle al mercado consumidor la clara información acerca de una mayor disponibilidad de alimentos. Finalmente, al cumplirse repetidamente la cadena de información de stock, podrían quedar expuestos una y otra vez los intermediarios de frutas y verduras que se encargan de hacer desaparecer mercadería para encarecer los precios. Definitivamente, entre las tantas acciones que resultarían necesarias para barrer con las maniobras que generan inflación en la Argentina, una campaña como la realizada por Alimentación sustentable, vale la pena que quede en carpeta.