La 37º edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata concluye este fin de semana: el sábado 12 se hará la ceremonia de premiación donde se entregarán los premios Astor Piazzolla desde las 19 en el Teatro Auditorium y el domingo 13 será la última jornada de proyecciones. Hoy compartimos la crítica de Virginia Saidón de la película «La Uruguaya», de Ana García Blaya, que se presentó en el marco de la Competencia Internacional. #VirginiaSaidon #LaUruguaya #AnaGarcíaBlaya #CompetenciaInternacional

Crítica de «La Uruguaya» por Virginia Saidón 

«Suele resultar difícil ver aquellas películas que resultan de la adaptación de un libro. Si lo leímos comenzamos a establecer comparaciones, y muchas veces esperábamos otra cosa.
Pero esto no es lo que sucede con La Uruguaya.
Película de la directora Garcia Blaya -su primera película ‘Las buenas intenciones’ fue muy bien recibida por el público- quien adopta una novela de Pedro Mairal, La uruguaya, relata un día muy particular en la vida de Sebastián.
Sebastián tiene que viajar a Montevideo para retirar unos dólares y conseguir así, saltarse las restricciones cambiarias.
También planea, en ese viaje, volver a ver a Guerra, una chica bastante más joven que él, que lo apasionó en un viaje anterior y que le viene dando vueltas en la cabeza desde hace meses.
El protagonista parece estar en la típica crisis de la mediana edad. No le está resultando fácil ser padre, las cosas con su mujer están complicadas y los problemas económicos lo acucian. Le está costando mucho avanzar en su nueva novela y esa es su única fuente de ingresos.
No obstante, está esperanzado en este encuentro y pretende deslumbrar a Guerra. Por eso, alquila una habitación en el hotel Radisson, la invita a tomar whisky importado; nada puede salir mal. Pero las cosas no resultan como él las había planeado.
La película respeta los hechos que se relatan en el libro, pero le da una perspectiva diferente imprimiendole un sello muy personal. El libro está narrado en primera persona por su autor, un varón. Es un personaje un poco displicente y simpático pero algo desagradable. Parece tener todo muy claro.
En cambio, en La Uruguaya, la voz en off es la de la esposa de Sebastián. Ella cuenta como es él, y lo que le va sucediendo con un tono comprensivoe indulgente, hasta riéndose un poquito de los hechos todo el tiempo.
Esto hace al protagonista un personaje más querible y a la vez, le da un viso de sonoridad a la película.
Por otro lado la voz de Jaszmin Stuart tiene el tono justo, entre cariñoso y risueño.
Los protagonistas, Sebastián y Guerra, imprimen a sus personajes agilidad y mucha fluidez en los dialogos. El resto acompaña muy bien. Se nota la factura del trabajo colectivo que la directora mencionó en la charla posterior a la proyección. Participaron más de 1600 productores además del autor del libro; y de hecho, varios de ellos estuvieron como extras en la película.
La música juega otro rol protagónico. Al igual que en ‘Las buenas intenciones’ la película está llena de música que ‘combina’ con la ciudad de Montevideo y que imprime al film un estilo fresco divertido y a la vez muy original
Consejo: no se retiren de la sala antes de los créditos que hay alguna sorpresa.«.

La uruguaya

Ana García Blaya