Los vecinos organizan una Milonga en la casa del poeta Evaristo Carriego

Vecinos y organizaciones del barrio de Palermo realizarán el sábado una milonga callejera para celebrar el fallo que ordena la reconstrucción de la que fuera la histórica casa del poeta y escritor Evaristo Carriego.
El encuentro será entre las 14 y las 18.30, y según anticipan sus organizadores, contará con música en vivo, DJ, bailarines, murgas, poesía y micrófono abierto en la calle Honduras 3784, lugar donde vivió y falleció Carriego en 1912.
Se trata de la primera de tres milongas que se realizarán para incentivar la participación vecinal «en pos de generar el interés de la comunidad en la protección del patrimonio histórico, al tiempo de dar visibilidad a esta visión de la cultura que pone en riesgo la preservación de verdaderos hitos de la identidad y la cultura porteña».
La convocatoria fue lanzada por el consejo consultivo de la comisión de cultura y patrimonio de la Comuna 14 y la iniciativa cultural «El tango será popular o no será nada».
En septiembre de 2012, vecinos de los edificios linderos de la «Casa de Carriego» alertaron a diversas organizaciones sobre el proyecto de obra del gobierno de la ciudad, que planificaba la demolición del sitio histórico.
Ante el desinterés de la administración de Mauricio Macri por el destino del edificio, y con la casa todavía en pie, los vecinos comenzaron a realizar abrazos simbólicos al inmueble, al tiempo que se resolvió la presentación de una acción de amparo.
«Mientras tanto -relató un comunicado de las organizaciones vecinales- el Ministerio de Cultura de la ciudad gestionaba la licitación bajo una denominación que escondía la demolición del viejo edificio».
«El amparo para proteger la Casa de Carriego fue rechazado en primera instancia pero un año después, y con la demolición en curso se logró dar visibilidad al problema y la Justicia dio un vuelco a la causa, aceptando el recurso presentado y exigiendo la inmediata paralización de los trabajos de demolición», dijeron.
Finalmente, la Justicia de la ciudad le ordenó al gobierno porteño  la reconstrucción de la casa en la que vivió el poeta.
El fallo establece que la vivienda deberá quedar tal como estaba cuando funcionaba como casa-museo, revirtiendo las modificaciones edilicias que contemplaron la construcción de otro piso y la remoción de objetos de alto valor histórico, como los sanitarios originales de los baños.
La resolución se interroga sobre qué fue lo que llevó a las autoridades porteñas «a desdeñar y maltratar un sitio cuyo valor cultural, entendido en el sentido más amplio del término, fue establecido hace casi cuatro décadas».
La acción judicial había sido presentada por Manuel Alejandro Charlon, Mónica Susana Capano, María Cristina Souto y Ricardo Daniel Castañeda, con el patrocinio de los abogados Pedro y Andrés Kesselman.