Maestros de la arquitectura, reunidos en una esquina de Palermo

El sábado 5 de octubre fue inaugurado un mural del arquitecto y artista plástico Gustavo Reinoso en la esquina de Niceto Vega y Godoy Cruz (Palermo Viejo), en cuyas paredes se realizó una obra de 10 metros por 4 que rinde homenaje a Le Corbusier, Charles Eames, Mies Van Der Rohe, Antoni Bonet (arquitecto español), Eero Saarinen (arquitecto finlandés) y Arne Jacobsen (diseñador industrial danés). Los materiales utilizados son látex y marcadores resistentes al agua.

El sábado 5 de octubre se inaugura el mural del arquitecto y artista plástico Gustavo Reinoso. A las 17, en Niceto Vega y Godoy Cruz (Palermo Viejo), en las paredes de esa esquina se desplegará una obra de 10 metros por 4 que rinde homenaje a Le Corbusier, Charles Eames, Mies Van Der Rohe, Antoni Bonet (arquitecto español), Eero Saarinen (arquitecto finlandés) y Arne Jacobsen (diseñador industrial danés). Los materiales utilizados son látex y marcadores resistentes al agua.


En colaboración con alumnos egresados del Colegio de la Ciudad, Reinoso expone por primera vez su obra en las paredes porteñas. En tanto, en el interior del local de mobiliario Newton, localizado en la misma esquina, se realiza una muestra paralela con el resto de sus obras, donde utiliza técnicas mixtas.


Reinoso se recibió en 2003, en la FADU – UBA, y colaboró en varios estudios. Actualmente, dirige una productora de contenidos audiovisuales.»Me formé con Baudizzone, Lestard, con grandes arquitectos locales. Pero en el terreno de las artes plásticas me defino como autodidacta», señala Reinoso. De los viajes que realiza por el mundo resultan obras donde se reproduce el clima de las ciudades a partir de una paleta de colores brillantes. Barcelona, Nueva York, Buenos Aires y la costa uruguaya son de la partida.


Sus obras remiten a los exponentes emblemáticos del arte Pop (Keith Haring, Roy Lichtenstein, Andy Warhol y Jean Michel Basquiat). «Me influencian los artistas latinoamericanos como Berni, Seguí, Rivera y Siqueiros», apunta el artista. Y agrega: “Busco que la obra pueda ser apreciada sin temores, que sea sincera, que nadie sienta la necesidad de hacer una licenciatura en arte para verla. La forma, los colores, los textos, los distintos elementos compositivos son los que arman ese camino de acercamiento y al final, tal vez, te terminás enterando de quién es el que está pintado en la pared. Y eso está bueno”, comenta Reinoso.