La exposición Matriz, arte como regeneración, será inaugurada por el artista, Marcelo Toledo, el sábado 25 de noviembre- día de la No violencia de la mujer- a las 18.00 horas en el Museo de Arte Popular José Hernández. Durante la exposición habrá además actividades abiertas y gratuitas. La muestra permanecerá abierta hasta el domingo 11 de marzo de 2018.
Este proyecto de Marcelo Toledo es una tesis espacial sobre las morfologías de regeneración de la naturaleza. Los capullos de seda, los tejidos celulares, van creando formas donde la vida encuentra su existencia y crecimiento. El cuerpo humano, es la metáfora de múltiples formas vivientes en constante transformación.
La exposición está curada por Fabiana Barreda, que dice “Esta muestra crea un hábitat de gestación, una matriz de regeneración donde la escultura se transforma en un espacio de creación de vida, un tejido celular que crece y que ante una situación traumática puede regenerarse. La obra del artista -además de plantear un proyecto espacial- propone pensar cómo los seres humanos podemos como las mariposas gestar un nuevo cuerpo y transmutar en un nuevo ser vivo.”
Toledo no se quedó en la comodidad de ser reconocido como un orfebre, sino que se transformó en un original artista argentino. Su singularidad reside en crear obras de gran tamaño en metal.
Esta muestra propone al espectador el ingreso a esa primera Matriz donde todo nace, la vida encuentra su forma y podemos volver cada vez que necesitamos renacer.
Durante la exposición habrá además actividades abiertas y gratuitas. Algunas de estas serán charlas sobre psicoanálisis: violencia y sujeto desde la perspectiva de Jacques Lacan; propuestas sobre arte y cuerpo: el arte contemporáneo como nueva tesis sobre subjetividad y células madre – ciencia y arte: nuevas metáforas, nuevas formas de curar.
En el marco de la muestra se presentará en el Museo, después de su gira por Europa, De Rose Art Company, una compañía internacional de artes escénicas que desde el año 2007 trabaja en la creación de obras a partir de la investigación de un lenguaje coreográfico novedoso, de gran despliegue técnico y destreza física. Las fechas a reservarse son el sábado 10 de febrero y el 10 de marzo (con motivo del día de la mujer) de 2018.
La muestra permanecerá abierta hasta el domingo 11 de marzo de 2018, de martes a viernes de 13:00 a 19:00 h y sábados, domingos y feriados de 10:00 a 20:00 h. Entrada $10. Miércoles gratis.
Sobre Marcelo Toledo
Web de Marcelo Toledo: http://www.marcelotoledo.net/
Marcelo Toledo nació en la provincia de Buenos Aires, en el pueblo de Escobar, capital nacional de la flor. Primer hijo de seis hermanos de una familia de clase trabajadora, desde su más tierna infancia le gustaba pasar las horas en un local de compra venta de antigüedades que era propiedad de su abuelo. Allí, las piezas y objetos del pasado lo embelesaban, y él se perdía en aquél mágico universo. Era aún un niño cuando comenzó a realizar sus primeros diseños de aros y pulseras y enseguida se sintió atraído por el mundo del diseño.
Comenzó a visitar ferias artesanales y prestó mucha atención a cómo allí trabajaban los artesanos qué materiales y técnicas utilizaban y el tipo de piezas que hacían. Fue en la feria de San Isidro, una de las más típicas de Buenos Aires, donde conoció al maestro orfebre Edgar Michelsen y decidió comenzar a estudiar.
Marcelo Toledo tenía tan solo diecisiete años cuando asisitió a las clases de orfebería por primera vez. Rápidamente se dio cuenta que aquello sería su mundo y decidió perfeccionarse. En lo de Michelsen, Toledo no solo aprendió a soldar y a doblar la chapa de metal, si no que comeprendió que, para que una pieza luzca perfecta, primero es necesario dibujarla en papel, diseñarla.
El primer taller que armó Marcelo Toledo fue en un diminuto lavadero de un departamento en Buenos Aires que alquiló junto a unos amigos. Allí el joven orfebre, quien ya realizaba lindos diseños, que ahora él vendía en las ferias artesanales, también comenzó a dictar clases. Intentaba divulgar las habilidades que su maestro le había trasmitido y su pasión por el mundo de la orfebrería. La misma pasión que hoy, décadas después, siente cada vez que diseña una pieza.