Muestra artística -Eros 3. Proserpina se escapa de Plutón-

Mañana, entre las 20 h. y las 4 de la madrugada, acercate a esta muestra multidisciplinaria de arte, convocada por Pablo Rubín, de dibujo, pintura, escultura, fotografía, poesía, lectura, música, una barra y choripanes mitológicos, en Cabildo 600.

Organizada por Pablo Rubín, los artistas convocados a este evento, que fueron motivados a través de imágenes y la narrativa histórica durante el período transcurrido entre el lanzamiento y su culminación, exponen lo que les sugiere la consigna Proserpina / Perséfone. 

La consigna en cuanto al tamaño fue: «si entra por la puerta fantastico». Las obras, tienen que tener el sistema «listo para colgar» se cuelgan el mismo día (para lo cual tenés que estar en Av. Cabildo al 600 a las 20 h., se retiran el mismo día y deben tener una tarjeta identificatoria con los datos del autor, nombre de la obra, mínimamente. 

Proserpina 

Perséfone era la única y muy querida hija de Deméter , que la había tenido con Zeus. Perséfone, (Proserpina para los romanos) a veces llamada Core o «la dama», era en origen diosa de la agricultura como su madre, pero luego se convirtió en esposa de Hades y señora del reino de los muertos.
Deméter no quería que su hija se casase con Hades y sin su consentimiento Zeus se la había prometido a su hermano. Un día, mientras la joven recogía flores en Sicilia, Hades apareció en su carro de dos caballos para raptarla. 
En palabras de Ovidio: «Mientras Proserpina (Perséfone) jugaba en el campo recogiendo violetas y lirios, mientras con juvenil alegría llenaba sus faldas y su cesta compitiendo con sus compañeras, Hades, repentinamente apareció, la vio, se encaprichó y la tomó: tan rápido como esto, el amor. La diosa atemorizada llamó a su madre sollozando. Dado que le había rasgado el vestido al llevársela, las flores cayeron de su túnica suelta y eso provocó que derramara sus lágrimas virginales».
Deméter, destrozada, hizo todo lo que pudo para recuperar a su hija y finalmente tuvo que resignarse a que pasase parte del año con Hades y parte del año con ella, dado que mientras estaba en el reino de los muertos había ingerido unas pepitas de granada y las reglas establecían que cualquiera que ingiriese algo en el Averno debía permanecer allí para siempre.
Perséfone aceptó su destino con más naturalidad que su madre, que penó durante mucho tiempo su ausencia y con su tristeza provocó que la tierra se secase y quedase estéril. 
Perséfone aceptó ser diosa de la muerte e incluso Homero la llamaba «la temible Perséfone» y en la Odisea presenta al héroe dándole una importancia fundamental al papel de Perséfone en el reino de las tinieblas. Ella decidía cuándo se le podía acercar un alma. 
La muerte de Perséfone y su regreso a la tierra aparece en los Misterios Eleusianos, las ceremonias que tenían lugar anualmente en Eleusis, cerca de Atenas, a las que sólo podían acudir los iniciados.