Reapertura del Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken

Reapertura del Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken
Reapertura del Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken
Luego de la remodelación emprendida por la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico en el Museo del Cine «Pablo C. Ducrós Hicken», sede de Agustín P. Caffarena 51 (La Boca), fue anunciada su reapertura, en un acto realizado el jueves 21 de diciembre pasado, en el cual se presentó, además, su Calendario 2018. El horario de visitas será de martes a viernes de 11 a 18 hs. y sábados, domingos y feriados de 10 a 19 hs.

El edificio, diseñado por el arquitecto Juan Chiogna, fue puesto en valor teniendo en cuenta sus características edilicias:

  • ampliación y modernización de la nueva sala de Proyecciones,
  • instalación de un nuevo sistema de climatización central en la planta baja y en el primer piso,
  • emplazamiento de un nuevo sistema de seguridad electrónica, acorde a las necesidades y exigencias de los museos de hoy en día.

En esta ocasión, el museo presenta un nuevo proyecto curatorial, a cargo de la directora del Museo Paula Félix-Didier, que propone realizar un recorrido histórico por la producción cinematográfica argentina, complementado con el proyecto museográfico de la diseñadora Valeria Keller, en conjunto con los equipos de Investigación, Cineteca, Conservación, Fotografía, y Diseño del Museo.

Se agregan, para exhibiciones temporarias, las salas del primer piso.

Sobre el Calendario 2018

La deslumbrante versión dirigida por Lucrecia Martel de Zama (Antonio Di Benedetto, 1956), estrenada en 2017, obliga a volver a pensar la relación del cine argentino con la literatura en particular y con los diversos modos en que se ha reapropiado de otras formas narrativas a lo largo de su historia.

El calendario del Museo de 2018 recuerda algunas de estas apropiaciones inspiradas en novelas, cuentos, obras de teatro, historietas, programas de radio y televisión.

Así como Martel recurre a un autor cuya obra hace tiempo ocupa un lugar central en el campo literario argentino, no hace mucho, Daniel Rosenfeld, con su delicada y fantasmal versión de Cornelia frente al espejo (Silvina Ocampo, 1988), devolvía centralidad a una autora que el tiempo parecía empezar a borrar.

Porque, sin proponérselo, esa ha sido muchas veces la función del cine, llamar la atención sobre obras y autores apenas conocidos u olvidados.

A la inversa, cuando en 1950, Cahen Salaberry lleva al cine a Don Fulgencio, la más popular creación de Lino Palacio, o Enrique Carreras en 1972 a Los Campanelli, posiblemente uno de los programas de televisión más recordados de nuestra historia, asumen la existencia de un público que sigue fielmente a sus personajes preferidos, aún con el enorme riesgo que supone este cambio de lenguaje.

Esta selección no tiene la pretensión de una antología, ni una elección de los mejores (aun- que pueden encontrarse verdaderas joyas), es un recorrido, ajustado al año calendario, de una serie de films que fueron inspirados por obras ajenas al cine, que forman de esta manera un sistema propio, con sus relaciones, diálogos y cruces posibles de un campo vastísimo, tanto que se inicia en 1914 con el primer largometraje nacional, la versión de Enrique García Velloso y Max Glücksmann, de Amalia (José Mármol, 1851) la que para muchos fue, a su vez, la primera novela argentina.

Sobre el Museo

Se inauguró el 1 de octubre de 1971, gracias a la donación de la colección de aparatos cinematográficos de Pablo Ducrós Hicken, realizada por su viuda, la Sra. Jacinta Vicente de Ducrós Hicken, quien solo puso como condición que el museo llevara el nombre del investigador, periodista, ensayista, realizador y miembro del Instituto Nacional Sanmartiniano, denominación que lleva desde el 23 de mayo de 1975 «Museo del Cine «Pablo C. Ducrós Hicken».

El Museo del Cine no son sólo resguarda películas sino, además, aquellos objetos que se usaron para la realización o exhibición de un film, tales como cámaras, escenografías, moviolas, proyectores y diversos elementos de la técnica cinematográfica se suman a piezas de vestuario, maquetas, utilería, apliques y toda documentación relacionada con las producciones nacionales: guiones, planes de rodaje, informes de producción, gacetillas, fotografías, pressbooks, publicidades y críticas.

Su cineteca guarece la colección cinematográfica de tenor público más relevante del país, a la cual suma su videoteca, hemeroteca y biblioteca de materiales relacionados con el desarrollo del cine.

Sus directores, a lo largo del tiempo, fueron:

  • Jorge Miguel Couselo: investigador, desde febrero de 1972 hasta mayo de 1976,
  • Rolando Fustiñana (Roland): fundador de la Cinemateca Argentina y reconocido crítico, hasta julio de 1981,
  • Guillermo Fernández Jurado,
  • José María Poirier Lalanne,
  • David Blaustein,
  • Paula Félix-Didier: directora actual, la investigadora y profesora, desde 2008.

Cabina, Sala de Proyecciones y Microcine

Debido a la remodelación arquitectónica, la Sala de Proyección y la Cabina, además de ampliarse y mejorarse ambos espacios, el visitante podrá observar el lugar de trabajo de la Cabina a modo de vitrina expositiva.

  • Cabina: ahora, el Museo podrá proyectar en 35mm, 16mm, y digital, gracias a la colaboración del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.
  • Sala de Proyecciones: duplica la capacidad del auditorio con nuevas y confortables butacas, y contará con un piano para funciones de cine mudo que incluyan acompañamiento musical en vivo.
  • Microcine: cuenta con todas las normas de seguridad, confort, insonorización, y un nuevo sistema de climatización, todas características propias de salas de cine que ofrecen al espectador máxima calidad.

Muestra Permanente: Soñar, Soñar

Esta nueva muestra permanente, propone un recorrido diferente por la historia del cine argentino desde sus orígenes hasta la actualidad, desde la cámara Lumière de 1896, que dio origen al cine, hasta el afiche de Relatos Salvajes, último gran éxito mundial y nominada al Oscar 2015.

La muestra también expone nuevos dispositivos electrónicos de carácter interactivo, que introduce una variedad de proyecciones que muestra el acontecer del cine argentino de todos los tiempos.

Objetos en exposición:

  • la cámara utilizada para el rodaje de Nobleza Gaucha, primer éxito del cine nacional;
  • el afiche original de estreno de Tango! (primera película sonora argentina);
  • bocetos de escenografía y vestuario de:
    •     Mario Vanarelli (La guerra gaucha),
    •     Manuel J. Concado (La maestrita de los obreros),
    •     Gori Muñoz (Las aguas bajan turbias),
    •     Eduardo Lerchundi (La Orquídea)
    •     Horace Lannes (La calle del pecado);
  • litografía original realizada por Osvaldo M. Venturi para la impresión del afiche de Las aguas bajan turbias (Hugo del Carril, 1952),
  • Pep show diseñado por Andrés Guerberof que permitirá al espectador sumergirse en las dimensiones de un antiguo estudio cinematográfico en formato tridimensional.
  • afiches originales diseñados por Edgardo Giménez (El romance del Aniceto y la Francisca y Psexoanálisis).

Las proyecciones incluyen compilados sobre:

  • cine mudo,
  • cine de la época de oro;
  • cine de autor de los años ’60;
  • el cine político de los ’70;
  • cine argentino a partir del retorno de la democracia en 1983 con la presidencia de Raúl Alfonsín (y el afiche de Ronald Shakespeare de La historia oficial)
  • y sobre los nuevos dispositivos técnicos de cine hogareño.

Censura: se exhibirán guiones y documentos censores originales del Ente de Calificación Cinematográfica);

Pop-Art en el cine argentino: clip realizado por El Pampero Cine (productora integrada por Mariano Llinás, Alejo Moguillansky, Laura Citarella, y Agustín Mendilaharzu).

Muestra Temporaria: Gori Muñoz, la escenografía y el exilio

Expone la fecunda labor del gran escenógrafo valenciano, verdadero «art director», el escenógrafo más premiado de nuestro cine, radicado en la Argentina en 1939, a consecuencia del fin de la República española.

Se exhibirán:

  • más de 20 bocetos originales realizados en aguadas o acuarelas (Las aguas bajan turbias, Rosaura a las diez, La copla de la Dolores, entre otros);
  • publicaciones de Federico García Lorca y Alejandro Casona con ilustraciones de Gori Muñoz;
  • y programas de mano de diversos espectáculos teatrales (con las compañías de Luisa Vehil, Lola Membrives y Helena Cortesina donde diseñaba, en varios casos, tanto la concepción escénica como el mismo programa que recibía el público. 

Gori Muñoz estudió en la Escuela de Bellas Artes de Valencia y, en Madrid, en la Escuela Superior de Arquitectura y la Academia de San Fernando.

En París, tuvo como maestros a Jacques Copeau y Alexandre Trauner.

En Argentina ingresó al cine en 1941 a instancias de Luis Saslavsky en Canción de cuna de Gregorio Martínez Sierra.

Intervino en decenas de películas, muchas devenidas en clásicos absolutos: Dios se lo pague, Juvenilia, La dama duende, Más allá del olvido, Zafra, Almafuerte, La vendedora de fantasías, Los isleros, Las aguas bajan turbias y Rosaura a las diez, entre otras, pero fundamentalmente revolucionó la concepción escenográfica al crear espacios que destacaban climas y se integraban a la acción.

El Primer Certamen Hispano-Americano de Madrid y la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, el Instituto Nacional de Cine y otras entidades lo premiaron en mútiples ocasiones.