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Recomendaciones para cuidarte frente a las altas temperaturas

Recomendaciones para cuidarte frente a las altas temperaturas
Sabemos, hasta el hartazgo, cuáles son las medidas a aplicar en días calurosos para evitar el golpe de calor. ¿Pero, aplicamos esos cuidados para evitar deshidratarnos? Frente a las altas temperaturas seguí estos consejos, la prevención es la mejor medida. Cómo cuidar tu piel y tus ojos. #golpedecalor #deshidratación
 
No hace falta estar a pleno sol para sufrir un golpe de calor: podés estar en tu casa, viendo la tele, o leyendo, y de pronto sentirte mal y en ese momento vas a recordar que no bebiste agua, porque no tenías sed, que comiste demasiado pesado, etc. Entonces, como siempre es mejor prevenir que curar, seguí estas recomendaciones para evitar enfermarte:
 
  • Evitá las actividades al aire libre, la exposición al sol en exceso y reducí la actividad física entre las 11 y las 17 h.
  • Salvo contraindicaciones médicas, tomá abundante líquido, evitando bebidas alcohólicas o muy azucaradas, y comé liviano, sobre todo frutas y verduras.
  • Usá ropa ligera, holgada y de colores claros, y protegete del sol con gorro y anteojos oscuros.
  • Prestale especial atención a los adultos mayores de 65 y a los niños menores de 5 años.
  • Intentá permanecer en espacios frescos y ventilados.

Prestale atención a los síntomas del golpe de calor

  • Piel enrojecida, caliente y seca.
  • Temperatura corporal entre 41 y 42 grados.
  • Dolor de cabeza.
  • Náuseas y confusión.
  • Convulsiones y pérdida de conocimiento.
  • Respiración y pulso débil.

Si presentás o conocés a alguien con estos síntomas, llamá al 107 (SAME) y solicitá ayuda médica.

¿Qué podés hacer mientras llega la asistencia?

  • Trasladá al afectado a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo.
  • Refrescalo mojándole la ropa y la cabeza.
  • Dale de tomar agua fresca.
  • Mantené su cabeza elevada.

Más información:

La piel

Con la llegada del verano, las personas estamos más expuestas al sol. Por eso, es muy importante tomar ciertas precauciones.
Existe la idea equivocada de que el bronceado es saludable. Sin embargo, la exposición solar, a través de las radiaciones ultravioletas (UV), puede producir graves daños en la piel. Algunas lesiones aparecen en forma inmediata, como las quemaduras y las ampollas; otras –como el envejecimiento prematuro de la piel, las manchas y hasta el cáncer de piel- se pueden presentar a lo largo de los años, ya que los efectos nocivos de estas radiaciones se acumulan en el tiempo.

¿Cómo disfrutar del aire libre?

  • No se exponga al sol entre las 10 y las 17 horas.
  • Use protector solar FPS 30 como mínimo, incluso los días nublados, y aplíquelo 30 minutos antes de exponerse al sol. Los niños y bebés necesitan mayor protección.
  • Protéjase con sombrero, ropa y anteojos.
  • Tenga en cuenta que exponerse en dosis pequeñas y frecuentes, broncea mejor que una exposición prolongada y aislada.
  • Busque la sombra de un árbol, techo o sombrilla.
  • Recuerde que las nubes dejan pasar el sol, y que la arena, el agua y la nieve aumentan su acción.

¿Cómo protegerse del sol?

  • Se recomienda el uso de protectores solares que impidan la agresión de los rayos ultravioletas. El factor de protección mínima es FPS 30. De acuerdo a su tipo de piel y antecedentes, su dermatólogo podrá indicarle el protector más adecuado.
  • Para que la protección sea efectiva, el protector debe aplicarse cada dos horas y después de cada baño, ya que pese a que se presenten como resistentes al agua pierden sus propiedades.
  • Si está en la montaña, en el agua o navegando utilice cremas con factor de protección mayor a FPS 30. Asegúrese de aplicarlo en forma pareja en todas las áreas expuestas de su cuerpo; incluyendo orejas, nuca y partes calvas de su cabeza.
  • Evite que su bebé esté expuesto a la radiación solar en forma directa, y tenga mucho cuidado ya que el reflejo de los rayos en la arena y en el agua pueden quemarle la piel aunque esté bajo una sombrilla.
  • Los menores de 6 meses no deben exponerse al sol directo y no deben utilizarse en ellos filtros solares.
  • La protección del sol debe realizarse desde el nacimiento y continuar toda la vida por los efectos acumulativos.

En caso de detectar cambios en la piel, se recomienda realizar un control dermatológico para la detección temprana de lesiones.


Salud visual

Prevención durante el verano

En los meses de verano, el sol, las altas temperaturas, la sequedad del ambiente o el cloro de las piscinas pueden afectar la salud de los ojos, por eso debemos extremar precauciones y tomar las medidas de protección adecuadas.

Los procesos inflamatorios, como la conjuntivitis alérgica o irritativa, aumentan su incidencia en los meses de calor. Las radiaciones resultan dañinas para la córnea y el cristalino, además los rayos ultravioleta inducen al envejecimiento de la piel y del cristalino y pueden producir cataratas.

El cloro del agua de los natatorios o la sal del agua del mar puede producir irritación, en tanto que la sequedad del ambiente (tanto natural como por uso del aire acondicionado) provoca mayor evaporación de la lágrima aumentando la sensación de ojo seco.

Para proteger nuestros ojos debemos utilizar:

  • Anteojos de sol
  • Viseras o sombreros
  • Antiparras
  • Protector solar con filtro UV

En el caso de «ojo seco» debemos aumentar el parpadeo, en forma consciente, y de ser necesario, usar lágrimas artificiales, recetadas por el oftalmólogo. Es recomendable humidificar el ambiente en caso de utilizar aire acondicionado.

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