Un plenario de comisiones de la Legislatura porteña giró hoy al recinto de sesiones el proyecto para regular la publicidad de bebidas alcohólicas en la Ciudad a partir de la prohibición de los avisos en la vía pública, a excepción de aquellos carteles que contengan en un 75 por ciento de su superficie mensajes sanitarios que alerten sobre las consecuencias negativas del consumo en exceso.
La iniciativa impulsada por los diputados socialistas Roy Cortina y Hernán Arce será tratada el jueves próximo en la sesión ordinaria y es resistida por los trabajadores del Sindicato Único de la Publicidad (SUP) que sostienen que la medida «provocaría un alto porcentaje de desempleo» en el sector.
«Avanzar en la prevención del consumo problemático de alcohol exige poner límites precisos al marketing que lo legitima como hábito social, sin importar los efectos dañinos que puede producir en la salud y el entorno de las personas», expresó Cortina.
Y agregó que «éste es un primer paso razonable y no creemos que haya ninguna razón valedera que impida empezar a transitar un camino gradual similar al que se dio con la propaganda del tabaco. Al fin y al cabo, las consecuencias que produce el uso nocivo de bebidas alcohólicas son igual de graves».
En rigor, el despacho firmado por los diputados prohíbe la publicidad en la vía pública «a menos que sean avisos que difundan mensajes sanitarios» como «El consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud», «No bebas alcohol durante el embarazo», «Si vas a conducir no tomes alcohol», «El alcohol al volante mata» y «Tomar alcohol en exceso te acorta la vida».
Según el texto acordado por los legisladores, las leyendas establecidas en el proyecto deberán ocupar el 75 por ciento de la superficie de los avisos, al tiempo que el 25 por ciento del espacio restante podrá contar solo con el logo de la empresa de bebidas alcohólicas, sin la chance de agregar ninguna imagen o mensaje adicional.
Asimismo, la iniciativa contempla sanciones a los responsables de una empresa que realice publicidad de bebidas alcohólicas en infracción con multas económicas que alcanzan los 500.000 pesos o también la posibilidad de ser inhabilitados para la actividad.
Por su parte, delegados y trabajadores del SUP participaron del plenario de comisiones que se realizó en el salón Montevideo de la Legislatura para manifestar sus críticas a la iniciativa.
Carlos Seidel, integrante del consejo directivo del SUP-Buenos Aires, aseguró que «este es un proyecto de ley leonino y en lo que hace a este sindicato dejará a muchos trabajadores sin trabajo».