La costanera porteña, Norte frente al aeroparque, Sur en la Reserva Ecológica y en el barrio de Puerto Madero, aparecieron camalotes sobre los cuales se divisan sólo insectos tales como grillos, langostas, chinches acuáticas, escarabajos, orugas de mariposa y arañas.
Luego de los animales aparecidos en la costa quilmeña en los camalotes aparecidos traslas inundaciones en otras zonas del país, rige en esa zona la prohibición de bañarse y de que «no se debe ingresar al agua ni tocar o extraer vegetación flotante». El material baja del río Paraná y los camalotes pueden traer lagartos, nutrias, víboras y arañas.
«La Estación de Cría de Animales Silvestres que depende del Ministerio de Agroindustria ya se encuentra funcionando como centro de recepción de los ejemplares rescatados, que se identifican y evalúan clínicamente para luego reinsertarlos en su lugar de origen», puntualizó.
En tanto, en la ciudad de Buenos Aires se registraron camalotes en tres sectores puntuales: a primeras horas de la mañana en Costanera Norte (frente a Aeroparque), luego aparecieron algunos en la zona de la Reserva Ecológica, en Costanera Sur, y por último algunos en Puerto Madero, entre una y otra costanera.
Voceros de ambiente porteño precisaron que en Costanera Norte «no había fauna transportada sobre los camalotes», sino sólo presencia de algunos arácnidos, y agregaron que se está haciendo una draga superficial para que la vegetación no obstruya las desembocaduras de los arroyos Medrano y Ugarteche.
Además se recomendó a la población no acercarse al lugar y a los pescadores evitar esas zonas, ya que la presencia de esa flora no permitiría la pesca.
«En la Reserva Ecológica se verificó gran concentración de camalotes cerca del mediodía, por lo que se cerró el sendero interno que conducía a la zona afectada aunque no se detectó la presencia de ninguna especie venenosa o peligrosa, sino sólo insectos, grillos, langostas, chinches acuáticas, escarabajos, orugas de mariposa y arañas», especificaron.
En Puerto Madero aparecieron durante la tarde los mismos camalotes, que «invaden la zona todos los años en lo que constituye un fenómeno normal, que además es beneficioso porque oxigena las aguas del río», apuntaron.
Por su parte, Rodrigo Bahamonde, del serpentario de la ciudad de La Plata, recomendó «no acercarse a ningún animal, no tratar de capturarlo, no matarlo y llamar a Defensa Civil, a los bomberos o a la policía».
Destacó que «más del 70 por ciento de los casos de mordedura se dan por acercamiento» y añadió que las culebras «son inofensivas, mordedoras, pero no peligrosas», por lo que la situación «no es para alarmarse tanto».
«Es normal que aparezcan todos los años, la importancia que el fenómeno reviste ahora es que pasó en una zona urbana», subrayó.
Añadió que hasta el momento «apareció una sola yarará, por eso el municipio está tomando medidas y desratizando la zona».
Por su parte, la empresa Aguas Bonaerenses S.A. informó que está realizando un seguimiento y monitoreo permanente de la calidad y la captación de agua en el Río de La Plata y aclaró que la presencia de camalotes «no está afectando el volumen de agua de ingreso porque el río se encuentra alto y la concentración de vegetación en la toma de agua no es significativa».
Ante la eventual mordedura de un ofidio recomendaron no intentar cazar al ejemplar y retirar toda prenda o adorno (como cinturones, pulseras o anillos) que pueda impedir la distensión en caso de inflamación.
Además se aconsejó mantener al paciente en reposo, darle abundante líquido y no realizar maniobras para intentar extraer el veneno o impedir su circulación -como laceraciones, aspiración o torniquetes-, ya que no sólo resultan perjudiciales sino que están contraindicadas.
Por último, las autoridades recomendaron no aplicar suero sin diagnóstico médico y trasladar al accidentado al centro asistencial u hospital más cercano.