Suspenden la circulación los CAF 5000 de la Linea B

CAF500
CAF 5000
Mediante un comunicado oficiacial, SBASE informó que salen de circulación los trenes de la línea B tras haberse conocido que tienen asbesto, un material cancerígeno prohibido en el país, en componentes eléctricos. Los trabajadores de mantenimiento, «en alerta». En la AGTSyP evalúan presentar un recurso ante la Justicia.

Los trenes CAF 5000 de la línea B dejarán de circular a partir de hoy en la línea B y no saldrán a servicio. La medida fue comunicada este mediodía por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) mediante un comunicado oficial.

La empresa estatal informó que la medida es de carácter “preventivo” y anticipó que se contactaron con el Metro de Madrid para “exigir […] que confirme la presencia de este mineral en las formaciones”.

Desde la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP) habían anticipado que se negarían a sacar los trenes a servicio luego de que este medio publicara que las formaciones tienen asbesto, un material cancerígeno que se encuentra prohibido en el país, en un componente eléctrico.

En un comunicado emitido este martes, los metrodelegados afirmaron que “el Secretariado Ejecutivo de AGTSyP ordenó a todos los trabajadores que no deben subirse o tocar los CAF 5000″.

La noticia había sido recibida con gran alarma entre los trabajadores de la línea B, donde se encuentran asignados 36 coches de este modelo, de los cuales 18 estaban en servicio hasta ahora. Fuentes sindicales aseguran que están “en alerta” por si eventualmente desde Metrovías ordenan que los trenes salgan a trabajar igual: “si la empresa los quiere sacar nosotros nos vamos a negar”, aseguran.

Si bien en España aseguran que la presencia de este material no comporta riesgos para los pasajeros, sí existe peligro para los trabajadores de mantenimiento en los talleres, más expuestos al contacto con el material, que deben ser capacitados especialmente para manipular elementos con amianto.

El secretario general de la AGTSyP, “Beto” Pianelli adelantó a enelSubte que el gremio evalúa realizar, de ser necesaria, una presentación ante la Justicia para que se impida la circulación de las formaciones hasta que la totalidad de los nocivos componentes con amianto sean retirados.

La presencia de asbesto fue confirmada días atrás por Metro de Madrid, luego de que al menos un trabajador de la red de la capital española que se desempeñaba como oficial de mantenimiento de trenes desarrollara un tipo de cáncer conocido como asbestosis, provocado justamente por la exposición prolongada a este riesgoso material, lo que ya fue reconocido como enfermedad laboral. La central sindical Comisiones Obreras reporta la existencia de un segundo empleado con el mismo tipo de enfermedad y ya se sospecha de un tercero.

Los sindicatos españoles cuestionan que no se hayan hecho campañas de prevención y capacitación para manipular de forma correcta y segura los componentes con amianto.

CAF 5000

Cabe recordar que los trenes CAF 5000 fueron adquiridos por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) de segunda mano al Metro de Madrid y comenzaron a circular en la línea B a mediados de 2013. Todos los coches comprados pertenecen a la primera subserie, la más antigua de todas, que data de mediados de los 70.

Se trata de unidades reostáticas, con control de tracción tradicional, una tecnología ampliamente superada, y rápidamente abandonada por las siguientes subseries fabricadas para Madrid. Durante buena parte de 2017 la flota estuvo fuera de servicio debido a razones de seguridad operativa e inconvenientes técnicos relacionados con los frenos.

Los trenes, que en España fueron usados para probar explosivos, cuentan con un amplio historial de fallas y han causado numerosas interrupciones de servicio en la línea B.

INFORME DEL METRO DE MADRID

Debido a sus características cancerígenas, el amianto se encuentra prohibido tanto en España como en la Argentina desde 2001.

El Metro de Madrid reconoció públicamente la presencia de asbesto en componentes de los trenes CAF Serie 5000, los más antiguos que circulan en la red de la capital española, parte de los cuales fueron vendidos a Buenos Aires para ser usados en la línea B. Las unidades más antiguas que no fueron compradas por el Subte se utilizaron para probar explosivos en su país de origen.

Desde Metro de Madrid explicaron que el asbesto está presente en la cobertura de “un pequeño componente eléctrico” y que “no hay riesgo en ningún caso para las viajeros”. El peligro es para los trabajadores de mantenimiento, aunque la empresa asegura que los empleados “que tienen que acceder a este componente reciben la formación necesaria para evitar el peligro”.